La sala octogonal llamada Tribuna fue encargada por Francesco I, hijo de Cosimo I de’ Medici, al arquitecto Bernardo Buontalenti que la terminó alrededor de 1584.
Francesco quiso esta sala dentro del palacio de los Uffizi para exponer sus objetos más preciosos: pinturas, joyas, monedas etc.
En cierto sentido la Tribuna era en sí misma un “museo” ya muchos años antes de que el Palacio de los Uffizi se transformó oficialmente en Galería de arte.
Además de las pinturas, los muebles y las estatuas que aún se conservan dentro de la Tribuna – incluida la delicada estatua de mármol llamada Venus de los Medici (alrededor del I siglo a.C.) – la sala en sí misma puede considerarse una obra de arte con la increíble cúpula decorada con miles de conchas de perlas, las paredes revestidas con terciopelo rojo y el suelo de mármol: ¡un encanto!