Alumno e importante colaborador de Rafael (1483-1520), Giulio Romano (nacido Giulio Lippi) expresó su influencia personal en el Manierismo. Nacido en Roma, entró en el estudio de Rafael en una edad joven, trabajando en muchas obras importantes del maestro. Él trabajó en los frescos de Rafael en las Logias Vaticanas y las Estancias de Rafael, y en los frescos en el techo de la Villa Farnesina, propiedad de Agostino Chigi.
A la muerte de Rafael, Romano tuvo el honor de completar algún trabajo inacabado. Entre ellos, la Visión de la Cruz y la Batalla de Constantino contra Majencio, de la serie de frescos que representan la vida de Costantino en Vaticano, pero también la Coronación de la Virgen y la Transfiguración. En Roma, más tarde, Romano desarrolló su propio estilo, llamado anti-clásico, con obras como la Virgen y santos, de Santa Maria dell'Anima, y La lapidación de San Esteban, para la iglesia de santo Stefano en Génova, los dos de 1523. Los siguientes trabajos fueron influyentes para otros artistas y él contribuyó a la propagación del Manierismo en Europa.
Romano se trasladó a Mantua, donde alcanzó su mejor momento artístico, por invitación del duque Federico II Gonzaga (1500-1540). Le encargaron pinturas, obras de arquitectura e ingeniería; su obra maestra es considerado el palacio de verano del Duque, Palazzo Te. Definido palacio de placer, o villa suburbana, Palazzo Te fue diseñado por Giulio Romano, quien también pintó los frescos mitológicos que llenan su interior, con efectos ilusionistas brillantes. A menudo son considerados los más famosos frescos manieristas. Él ayudó también a diseñar los drenajes de los pantanos inundados de Mantua, y reconstruyó el palacio ducal de la ciudad, la catedral y la iglesia de San Benito.
Muchas de sus obras en el Palazzo Te representan escenas mitológicas de erotismo; en estas pinturas Marcantonio Raimondi (1480-1534), grabador e impresor, basó sus famosos grabados eróticos, Los Modos, por los cuales fue detenido. Estas obras nos muestran Romano como un artista que sabía como mezclar los temas mayores, como un alto Júpiter lanzando rayos, junto con representaciones de la intimidad de personajes mitológicos que hacen el amor. Por un tipo diferente de intimidad se caracterizan sus representaciones de la Virgen con el Niño, de 1523, la obra con el mismo título expuesta en los Uffizi.
Romano fue una adición importante en las biografías de los artistas del Renacimiento de Giorgio Vasari, Las Vidas; es también el único artista del Renacimiento mencionado en las obras de Shakespeare, quien le llamó "maestro italiano especial".