Intentó Giorgio Vasari en las páginas de las Vidas (1568), y más de un siglo después Filippo Baldinucci en sus Noticias de los profesores de diseño (1681-1728).
Sin embargo, sólo en el siglo pasado, gracias a Hermann Voss, Mina Gregori y Fiorella Sricchia, se ha comenzado a hablar del tema recurrente que une a los maestros de los principios del siglo XVI los de los finales del siglo XVII.
La originalidad en la tradición del arte de Florencia finalmente ha sido identificada.
La exposición de los Uffizi pretende ilustrar precisamente esta identidad, mediante la comparación de pinturas y esculturas en un recorrido dividido en nueve secciones, que incluye cerca de 80 obras y 35 artistas.
El itinerario comienza con dos protagonistas como Andrea del Sarto y Santi di Tito, y continúa con un homenaje al diseño como instrumento de conocimiento.
Entre los artistas revaluados, encontramos Della Robbia, Sansovino, Franciabigio, Bugiardini y Sogliani, como "intermediarios" a artistas como Bronzino, Poggini, Giovanni Bandini y la generación siguiente de Ciampelli, Tarchiani, Vannini y Antonio Novelli.
Las obras se ponen en comparación en tres temas: la expresión de los sentimientos, la evidencia de los objetos cotidianos y la noble simplicidad de los eventos sagrados, a través de la austeridad de Savonarola y el purismo de la Academia florentina y de aquella de la Crusca.
La exposición libera el arte florentino del cargo de tradicionalismo, revelando los cambios semánticos y los requisitos de originalidad, arrojando luz sobre la innovación en la tradición.