Andrea d'Agnolo

Como artista muy respetado, la obra del artista florentino Andrea del Sarto hizo una importante contribución a la reforma naturalistica del Renacimiento, que se encuentra más adelante en los pintores manieristas. De su carrera se dice a menudo que era poco ambicioso, y por lo tanto eclipsado por sus contemporáneos, como Rafael, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Sus primeros trabajos se caracterizan por un estilo personal de reproducción de los sujetos en una manera no idealizada e informal, que hace que sea en el tono y en la atmósfera agradable, un efecto sofisticado y emocionante.

Del Sarto se formó como orfebre y grabador, con el aprendizaje como pintor con Piero di Cosimo (1462-1522) y Raffaellino del Garbo (1466-1524). Después de una breve colaboración con otro pintor florentino, Franciabigio (1482-1525), para completar el fresco del Bautismo de Cristo para la Compañía dello Scalzo, se reveló su estilo personal.

En otra colaboración con Franciabigio y Andrea Feltrini, del Sarto realizó los frescos para la Santissima Annunziata en Florencia. El trabajo fue tan apreciado por los patronos de la iglesia, la Hermandad de la Orden de los Siervos, que llamaron el Sarto "Andrea sin errores", o "Andrea el perfecto". Entre 1509 y 1514 realizó para la iglesia una serie de frescos, incluidas las Historias de san Filippo Benizi, Viaje de los Magos, una Anunciación, el Matrimonio místico de santa Caterina d'Alessandria y también un Nacimiento de la Virgen. Estas obras llevaron del Sarto a una posición importante entre los pintores florentinos, y su taller tuvo el período de mayor consideración entre 1513 y 1514.

Trabajó sobre todo en Florencia, realizando en 1517 lo que es probablemente su obra maestra, un retablo para el convento de san Francesco dei Macci, la Virgen de las Arpías. La obra se encuentra actualmente en los Uffizi. Otra obra de Andrea es la Disputa sobre la Trinidad, también fechado 1517. Pasó dos años en la corte del rey de Francia, Francesco I. Fue inducido a volver a Florencia por los encargos atractivos de la familia Medici, y se construyó una casa en Florencia con las rentas de los trabajos para Francesco I. El regalo del rey era debido a la promesa de que Sarto regresara a Francia, que no fue mantenida, ni el artista reembolsó el rey. Su siguiente trabajo en Florencia es una evidente influencia sobre el estilo naturalistico de los toscanos della Contrarreforma.

En 1524 Miguel Ángel llevó el joven Giorgio Vasari (1511-1574) a el estudio de Andrea. Aquí Vasari fue influenciado por un excelente grupo de artistas, entre los cuales el mismo Andrea del Sarto, y sus alumnos Rosso Fiorentino, o el Rosso (1494-1540) y Jacopo da Pontormo (1494-1557). Fue Vasari que escribió que al Sarto le faltaba el impulso creativo, señalando que no alcanzó el éxito de sus contemporáneos.

Sus trabajos posteriores incluyen una serie de obras en el claustro del Scalzo, algunas de las cuales están actualmente expuestas en el Louvre, y una Última Cena que fue su último trabajo exitoso antes de su muerte. Andrea del Sarto pintó también autorretratos y retratos de su esposa, entre otras personas, que aún se encuentran en los museos de Florencia, sino también en la National Gallery de Londres.