Durante la Edad Media y el Renacimiento en las ciudades italianas se había propagado la pintura de la infamia. ¿Qué era?
Era la versión antigua de los carteles que representaban a los fugitivos, los con la palabra “Wanted” (Buscado). Siglos antes de la invención de la fotografía, aquellos que huían de la ciudad estaban condenados a la vergüenza de ser retratados en las paredes de los edificios públicos importantes. Lo que ahora llamamos “juicio por medios de comunicación”. ¡De hecho todos los viandantes reconocían los hombres pintados con verosimilitud extrema y prácticamente condenados!
En Florencia, en particular, se utilizaba la fachada del Palazzo del Podestà (el Bargello) e importantes pintores como Sandro Botticelli, Andrea del Sarto y Andrea del Castagno fueron encargados de retratar a los traidores de la ciudad.
La traición era uno de los delitos más graves, realizado contra la ciudad: los condenados por este delito se retrían colgados por un pie y con la otra pierna libre.
En 1440, después de la batalla de Anghiari, Andrea del Castagno fue encargado de retratar a los líderes de las familias Albizi y Peruzzi. Este trabajo le valió el apodo de “Andreino de los colgados”, que el artista nunca fue capaz de olvidar.
Leonardo nunca recibió encargos similares, pero nos queda uno de sus dibujos, realizado en vivo, representante Bernardo Baroncelli: él había participado en la “conspiración de los Pazzi” y por esto fue colgado de las ventanas del Bargello. Los conspiradores que huyeron de Florencia fueron retratados por Sandro Botticelli, en las fachadas de otros palacios importantes.
Algunos grandes artistas del siglo XV fueron involucrados porque las autoridades deseaban retratos bien hechos y reconocibles, pero los artistas no estaban contentos con estos encargos. Su papel era de hecho similar a el del ejecutor, ya que, aunque sólo de manera figurativa, ellos condenaban a muerte las personas representadas, y podrían ser objeto de venganza.
Para escapar de la infamia del papel y teniendo en cuenta el mencionado “Andreino de los colgados”, otro Andrea artista de los Uffizi, del Sarto, en las primeras décadas del siglo XVI, aceptó el trabajo, pero dijo que lo habría hecho un artista de su taller, Bernardo del Buga. Un gran lienzo cubría la fachada de los trabajos, y Andrea trabajaba allí, escondido, durante la noche, ¡para no ser visto! En el Gabinete de Dibujos y Grabados se pueden admirar sus dibujos preparatorios.
Las obras de Andrea del Sarto son importantes ya que de sus dibujos de hombres colgados por un pie y la otra pierna libre, se origina la figura del Ahorcado, uno de los arcanos mayores del Tarot.
Ninguno de estos trabajos, realizados en las paredes de los palacios, ha llegado hasta nosotros porque eran obras que tenían una función limitada en el tiempo. Como se ha mencionado, nos han quedado unos dibujos.
El recuerdo de estas obras nos hace entender la importancia de la comunicación y de la imagen pública, ya en los siglos de la gran Florencia.