La Loggia della Signoria, o Loggia dei Lanzi

En la piazza della Signoria, “rodeada” por el palacio de los Uffizi, se encuentra una obra maestra de la arquitectura medieval: la Loggia della Signoria, realizada alrededor de 1380 para acoger las ceremonias y reuniones públicas de la República. 

También se llama Loggia dei Lanzi, porque se dice que bajo sus arcos se acamparon, en 1527, los Lansquenetes de Carlos V, dirigidos hacia Roma. Según otra versión, los Lansquenetes (mercenarios alemanes) eran la guardia del Duque Alessandro de’ Medici y estaban estacionados en la logia para ocupar un lugar que había sido un símbolo de la República, ahora desaparecida. 

La Logia se llama también “de Orcagna”, del apodo de Andrea di Cione, anteriormente considerado su autor: en realidad fue su hermano Benci, junto con Simone Talenti, el que realizó la logia. Quizás el Orcagna participó en su diseño.

Construida en el siglo XIV, la logia es un edificio de estilo gótico, pero los tres grandes arcos de medio punto abren el camino a la gran arquitectura del Renacimiento: parece que a partir de aquí Brunelleschi tomó la inspiración para el Hospital de los Inocentes. Durante el siglo XVI, como hemos dicho, la logia perdió su función original y se convirtió en el museo al aire libre que sigue siendo hoy.

Allí se alojan estatuas romanas y algunas obras maestras del siglo XVI, como el Perseo, de Benvenuto Cellini, el Rapto de las Sabinas y el Hércules con el centauro Neso, de Giambologna, sino también del siglo XIX, como el Rapto de Políxena, por Pio Fedi. 

Como recordatorio de su función pública, en 1850 la logia acogió un termómetro y un barómetro: colocados allí por el Ministro de la Educación, servían para popularizar la medición científica. Unos años antes, en Mónaco de Baviera, fue construida, sobre el modelo de la Logia, la Feldherrnhalle (Loggia de los Mariscales ).

Hoy en día la Logia es uno de los elementos más bellos y característicos de piazza della Signoria. La terraza construida por encima, es parte de la ruta de los Uffizi, en el punto de descanso: no hace falta decir qué panorama se puede ver desde aquí…