Esta Virgen con el Niño y dos ángeles, realizada por Filippo Lippi alrededor de 1465, no es simplemente una pintura de devoción: la delicadeza y dulzura de la Virgen María muestran una manera nueva de representar un tema religioso, cada vez más cerca de la belleza humana real.
El entorno de la "escena" representada y también la posición de la Virgen son absolutamente nuevos, aunque si no revolucionarios. Todas estas características y innovación serán una inspiración para muchos pintores posteriores a Filippo Lippi.
Huérfano a temprana edad, Lippi fue criado por una tía y más tarde pasó a formar parte de los frailes carmelitas en Florencia. Sin embargo, como afirma Giorgio Vasari (1511-1574), Lippi se distrajo...Leer más