En 2013 fue inaugurada la nueva Sala de Michelangelo y de los Florentinos, en el segundo piso de la Galería. Fue un paso muy importante para la realización de los Nuevos Uffizi, financiado por la asociación Amici degli Uffizi.
La sala tiene ahora las paredes color rojo carmesí, que recuerdan aquellas del primer piso dedicadas al siglo XVI y se inspiran en las de la Tribuna. La obra principal es sin duda el Tondo Doni de Michelangelo, protegida por un vidrio antirreflectante. Como sabemos Michelangelo fue uno de los puntos de referencia más importantes para los artistas manieristas. Las figuras humanas están pintadas de manera escultórica, inspiradas en el grupo de mármol del Laocoonte, que fue descubierto justo en ese período. Incluso los colores brillantes de la pintura de Michelangelo – la única obra pictórica del maestro presente en Florencia – se convirtieron en una característica distintiva de la así llamada Maniera.
Alrededor del Tondo admiramos las obras de las dos escuelas que se desarrollaron en el siglo XVI en Florencia: la Escuela de San Marcos – representada por Fra’ Bartolomeo y Mariotto Albertinelli e inspirada en las ideas de Savonarola – y la Escuela de la Annunziata – con pinturas de Andrea del Sarto y Franciabigio. También hay dos obras de Alonso Berruguete, artista español que vivió en Florencia y fue amigo de Michelangelo.
En el centro de la sala se encuentra la estatua de Arianna dormida, conocida también como Cleopatra. Es una copia helenística de un original griego. Su posición en esta sala se debe al hecho de que, como dice también Vasari, fue justo el descubrimiento de los mármoles helenísticos que hizo empezar la Maniera Moderna. Incluso la Sala de los mármoles helenísticos tiene las paredes color rojo carmesí: una política cromática y educativa, que quiere representar de manera inmediata los vínculos entre las obras presentes en las diferentes salas.