El proyecto del gran palacio de los Uffizi, ya se sabe, es una obra de Giorgio Vasari, que lo realizó en el siglo XVI para Cosimo I.
La forma particular del edificio da lugar a la plaza, alrededor de la cual se abre la logia. En los 28 nichos que se abren en la logia, Cosimo quería poner esculturas de “florentinos que se habían distinguidos en las armas, en la literatura y en los gobiernos civiles”.
Sin embargo, Cosimo I nunca vio las estatuas que había imaginado. Sólo en el siglo XIX, cuando el Gran Ducado era gobernado por los Lorena, el impresor y editor Vincenzo Batelli pensó en la serie de estatuas que representaban los toscanos que se habían distinguido en varios ámbitos, de las ciencias a las artes.
Entre los personajes más famosos, nos encontramos con Cosimo el Viejo, Lorenzo el Magnífico, grandes representantes de la familia Medici; los maestros del arte Giotto, Donatello, Leonardo da Vinci, Michelangelo; los grandes de la literatura Dante, Petrarca, Boccaccio, Machiavelli; hombres de ciencia y aventura, como Galileo Galilei, Amerigo Vespucci y otros.
Entre los escultores que realizaron las obras, recordamos Bartolini, Duprè, Pio Fedi, jóvenes talentos de la época.