Además de ser el sucesor de Giorgio Vasari (1511-1574) director de la Academia de Diseño, Jacopo Ligozzi, pintor de Verona, fue un importante fuente de inspiración para Florencia, donde él trajo la influencia veneciana. El uso veneciano del color fortalecía el estilo manierista de Ligozzi, y sus figuras escultóricas, en la línea de Miguel Ángel. Nacido en Verona, en una familia de artistas y artesanos, Ligozzi se convirtió en un pintor de éxito, ilustrador, diseñador y miniaturista, activo principalmente en Florencia. Su padre, Giovanni Ermanno Ligozzi (1572-1605), fue él también pintor, como el hermano Francesco y su primo Francesco di Mercurio.
Antes de establecerse en Florencia, en 1576, fue artista de corte para los Habsburgo, emperadores de Austria, en Viena. Desde esta posición ilustre, se trasladó a Florencia para una segunda función, encontrando los Medici como clientes. Además de sus representaciones religiosas y mitológicas, pintó y dibujó muchos trabajos sobre la flora y la fauna. No eran sólo decoraciones artísticas, sino representaciones muy detalladas, utilizadas como documentación científica por los Medici y por el naturalista Ulisse Aldrovandi (1522-1605).
Un ejemplo de sus colores suaves venecianos, de sus figuras monumentales y composiciones sólidas, se puede ver en su Sacrificio de Isaac, ahora en los Uffizi. Para muchas miniaturas utilizó la firma "de minio". Ligozzi tuvo algunos alumnos, incluso su hijo Francesco (1585-1641) y Donato Mascagni (1579-1636).