Giorgione

Nacido Giorgio Barbarelli da Castelfranco, llamado Giorgione, el artista fue un pintor veneciano importante del Alto Renacimiento. Su ciudad natal, Castelfranco, está fuera de Venecia, donde se fue para los primeros estudios. Aquí siguió un aprendizaje con el prestigioso pintor Giovanni Bellini (1430-1516). Bellini ayudó a formar el estilo pictórico de la escuela veneciana, por lo cual se hicieron famosos Giorgione y otros artistas como Tiziano (1485-1576). 

Uno de sus primeros trabajos fue el Retablo de Castelfranco, con la Virgen con el Niño y santos, realizado entre 1503 y 1504. La representación común de la Virgen y el Niño, llamada conversación sagrada, presenta un trono inusual, casi real, sobre el cual se encuentra la Virgen. El retablo está situado en el la catedral de Castelfranco, y fue comisionado por el condotiero Tuzio Costanzo. En el fondo de la obra hay un paisaje exuberante, típico de Giorgione y otros pintores venecianos de la época. Este estilo se puede ver perfectamente en la Venus dormida de Giorgione, donde el desnudo mitológico parece fundirse íntimamente con el paisaje tranquilo detrás de Venus. 

También algunas de sus tempranas obras religiosas muestran mucha atención al paisaje, a través de una composición horizontal, en la cual el paisaje ocupa la parte superior. Las dos pinturas que se encuentran en los Uffizi La prueba de Moisés y El juicio de Salomón, son compuestos con esta dinámica. Estas obras muestran la influencia de su maestro, Bellini, y también del estilo de la pintura del norte de Europa. Esta belleza y riqueza de significado de paisaje está presente en muchas obras de Giorgione, entre ellos el Concierto de campo, los Tres filósofos y la Tempestad, considerada por algunos la primera verdadera pintura de paisaje en el arte occidental. 

Giorgione, junto con Tiziano, casi su contemporáneo y en una ocasión su asistente, trajo considerables innovaciones estilísticas al retrato. Aunque se dice que Tiziano superó Giorgione como pintor de retratos, sus primeros trabajos son a veces indistinguibles de los de Giorgione. También hay algunas controversias críticas en cuanto a la atribución a uno u otro sobre algunas Vírgenes con el Niño. 

Giorgione marcó profundamente la pintura, a través de la representación y la atención para el paisaje, como en la Tempestad, y fue también considerado el primer pintor de género, por obras como el Concierto de campo, que no está incluido en cualquier tipo de contexto religioso o alegórico. De aquí empieza la contribución de los pintores venecianos en la influencia sobre el arte desde el Renacimiento hasta el Barroco.