Jacopo da Ponte

Nacido en Bassano del Grappa, cerca de Venecia, Giacomo da Ponte, conocido también como Jacopo Bassano, del nombre de su ciudad, nació en una familia de pintores. Su padre Francesco Bassano (1475-1539) era un artista, como los hijos Gerolamo (1566-1621), Giovanni Battista (1553-1613), Leandro (1557-1622) y Francesco el Joven (1559-1592). Jacopo estudió también con el artista veneciano Bonifacio Veronese (1487-1557), quien le introdujo en el estilo veneciano de maestros como Giorgione (1477-1510) y Tiziano (1485-1576). 

Jacopo da Bassano rindió homenaje a Tiziano pintando su retrato, como un cambista, en la Purificación del Templo. Abrió un taller en Bassano con sus hijos, realizando numerosas obras muy elogiadas en ese momento. Algunos trabajos son difíciles de atribuir a un solo artista, pero tienen un estilo único que mezcla la escuela veneciana y el Manierismo. Las formas no naturales de Bassano reflejaban las manieristas, aunque él siguió caminos más experimentales. Sus representaciones de paisajes y animales eran reforzadas por el uso detallado de la luz. Incluso en los temas religiosos, el artista dedicó mucha atención al medio ambiente natural y a las presencias non humanas. Podemos observarlo en la representación del Edén, en su Adán y Eva en el paraíso del Edén, donde Adán, Eva y los animales son retratados en primer plano, en la parte inferior, contra un exuberante paisaje de montaña. 

Él se alejó de la costumbre tradicional en ese momento, de centrarse en temas estrictamente religiosos o mitológicos, anticipándose a los pintores de género del siglo XVII; un ejemplo es su Oveja y cordero. Muchas de sus obras se encuentran en el Museo Cívico de Bassano del Grappa, así como en los Uffizi. Aquí se exponen a su Moisés y la zarza ardente, Anunciación a los pastores, Judá y Tamar y Retrato de un artista. 

Entre las otras obras recordamos, Regreso de Jacob con su familia, Acteón y las ninfas y la Última cena. Esta última, considerada una de las obras maestras italianas del siglo XVI, captura brillantemente el rico color veneciano, emulando su contemporáneo Tintoretto (1518-1594).