Hans Süss von Kulmbach era un artista alemán, que estudió con el pintor y grabador Jacopo de' Barbari (1445-1516), en Nuremberg, pero sobre todo en el estudio de Albrecht Dürer (1471–1528). Kulmbach colaboró estrechamente con el maestro y después de que el maestro se jubiló, él retomó su trabajo, para muchos encargos para retablos. Kulmbach alcanzó un estilo único en las representaciones de paisajes, influenciado por el pionero de este género, Albrecht Altdorfer (1480-1538).
Realizó su famoso retablo para San Giovanni, en Cracovia, además de sus obras en Nuremberg. Más tarde pintó el San Nicola para el altar de San Lorenzo, y otro retablo en Cracovia, Santa María. Sus pinturas y dibujos para ventanas eran ricas en color y mostraban una representación noble de la humanidad de los santos. En 1514, en Cracovia, realizó también un retablo con las historias de los santos Pedro y Pablo. La obra, junto con una Crucifixión, se encuentra en la Galería de los Uffizi.
Sus vidrieras artísticas, encargadas por el emperador Maximiliano I y por el margrave Casimir Hohenzollern, eran unas obras excelentes.