Artista muy expresivo e innovador, Gian Lorenzo Bernini creó algunas de las pinturas, esculturas y arquitecturas más famosas de Roma. Su trabajo tuvo una profunda influencia en el Barroco italiano, y aún hoy sus representaciones del éxtasis religioso se consideran insuperables. Su obra maestra de este género es El éxtasis de Santa Teresa, una escultura de mármol situada en Santa Maria della Vittoria, en Roma. Él marcó un punto de no retorno también para el retrato escultórico con sus bustos de mármol, como lo de Francesco I d'Este (1610 - 1658).
Sus trabajos como escultor incluyen Eneas, Anquises y Ascanio, de 1619, El Rapto de Proserpina, terminado en 1622, el David, de 1625 y Apolo y Dafne, completado en 1624. Son todas obras de mármol que se encuentran en la Galleria Borghese en Roma. Él produjo también muchas fuentes romanas famosas, como la Fuente del Tritón, en la Piazza Barberini y la Fuente de los Cuatro Ríos en la Piazza Navona.
Nacido en Nápoles, Bernini era hijo de un escultor, Pietro Bernini (1562-1629), que él también había creado obras de arte públicas para la ciudad de Roma. El gran pintor barroco Annibale Carracci (1560-1609) fue muy impresionado por el talento natural del joven Bernini. Papa Urbano VII (1588-1644) y papa Alessandro VII (1599-1667) pidieron a Bernini de completar numerosas obras arquitectónicas y escultóricas para la Basílica de San Pedro. Durante algún tiempo Bernini trabajó sólo con Borghese, pero más tarde los Cornaro también fueron sus mecenas.
Las pinturas del artista, que no alcanzan la brillantez de las esculturas y que se hicieron especialmente en su juventud, aún no eran menos expresivas. Estas incluyen varios autorretratos, un retrato de papa Urbano VII, el David con la cabeza de Goliat, Sant'Andrea y san Tommaso, Retrato de joven, y Cabeza de ángel (o Cabeza de joven), ahora en los Uffizi.
Bernini ha dejado su patrimonio en Roma, ciudad de la cual se inspiró, de la antigua escultura helenística, que fusionó en la presencia dinámica del barroco. Su vida personal se compone de dramáticas circunstancias, debido a su intensa espiritualidad y la popularidad.