Retratista y miniaturista del Renacimiento francés, François Clouet era conocido por la precisión y los detalles de sus obras. Siguiendo los pasos de su padre, Jean Clouet (1480-1541), François obtuvo una posición de honor en la corte de la monarquía francesa, asegurandose un salario.
Clouet realizó muchos retratos para la clase dirigente, incluyendo un retrato precioso del rey Francesco I (1494-1547), ahora en los Uffizi, una miniatura de su sucesor el rey Enrico II (1519-1559), uno de su mujer Caterina de' Medici (1519-1589), y de sus hijos Francesco, duque de Anjou (1555-1584) y Carlo IX (1550-1574), de la esposa de Carlo, Elisabetta d'Austria (1554-1592). También pintó Maria, reina de Escocia (1542-1587) y Margherita de Valois, pero no sólo. El retrato de Elisabetta d'Austria se considera su retrato obra maestra.
Realizó también la máscara de la muerte de Francesco I y las para el hijo Enrico II, así como muchas piezas decorativas para sus funerales. Sus obras eran extraordinarias en la precisión, y él mantuvo un color tenue y un estilo severo en los retratos, excepto quizás por la animada obra Señora al baño (Diane de Poitiers). Esta es una de las pocas pinturas firmadas por Clouet, al cual se atribuyen unos 50 entre dibujos y pinturas.