La sala 90 de la Galería de los Uffizi está dedicada a Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610). Caravaggio es uno de los artistas más importantes de la historia del arte italiano, un pintor que no necesita presentación. Muchos historiadores le consideran el fundador del arte moderno.
En los Uffizi están expuestas tres obras de Caravaggio.
El Baco y la Medusa remontan a su primera época. Ellos fueron pintados alrededor de 1597.
Baco es el dios del vino. En la pintura se le representa con algunos de los elementos típicos de su iconografía: la corona de vid o hojas de hiedra, la copa de vino. La obra es conocida por el extraordinario realismo con el que se representan algunos detalles, tales como la transparencia de la copa de vino.
La Medusa es una pintura al óleo sobre lienzo, montada sobre un escudo de madera. Es un escudo ceremonial, típico del siglo XVI. Caravaggio pintó la cabeza de Medusa separada del cuerpo, por Perseo. El realismo se puede ver en el chorro de sangre y en la representación de las serpientes, que forman los cabellos de Medusa. El elemento más conmovedor es sin duda la expresión de Medusa, representada mientras está gritando. La obra es considerada un ejemplo de las grandes cualidades de Caravaggio, capaz de anular, en su pintura, el efecto de la convexidad del escudo.
El Sacrificio de Isaac remonta a 1603. La obra representa el momento en que el ángel detiene el brazo de Abraham. La cara de Isaac expresa cómo es dramático este episodio. En esta obra, la violencia del gesto interrumpido se queda suspendida, debido a la intervención divina. La pintura representa una etapa más madura en el camino artístico del autor.
En las salas siguientes hay unas obras de algunos pintores, definidos "caravaggeschi". Los visitantes tienen, por lo tanto, la oportunidad de observar la interpretación que otros artistas importantes, como Artemisia Gentileschi, Bartolomeo Manfredi y Gherardo delle Notti, han dado de la herencia de Caravaggio.